miércoles, 22 de diciembre de 2010

Sweet home Buenos Aires!

Cosas que hice en mis primeros quince días en Buenos Aires:
  • Visité familia y más familia.
  • Me tomé varios colectivos.
  • Pasé embotellamientos condimentados con bocinazos.
  • Vi a mis amigas y salimos con globos en la cabeza.
  • Bailé.
  • Volví a mi clase de telas.
  • Pasé por Puan y me deprimí.
  • Comí empanadas, milanesas, asado en sus distintas variantes, y más empanadas.
  • Me atraganté con dos porciones de fugazzeta con mucho queso en Las Cuartetas.
  • Salí a correr por Puerto Madero repetidas veces para bajar todo lo que estuve comiendo. 
  • Me compré un cuarto de helado sólo de dulce de leche y me lo comí caminando por la Avenida Santa Fe.
  • Escribí y mandé postales en idiomas varios.
  • Pasé a registrar la firma de mi título. 
  • Comí pan dulce en cenas pre-navideñas.
  • Saqué fotos a montones.
  • Me enteré de quién es Ricardo Fort (aunque ahora lo lamento).
  • Me asombré al ver que todo está a precio euro.
Aunque todavía es todo muy raro... ¡qué lindo es estar en casa!

miércoles, 8 de diciembre de 2010

No voy en tren, voy en avión! (II)

Hoy sin nieve, ni trenes impuntuales, ¡y el avión no aparece!

Había que agregarle suspenso al asunto de la vuelta...

No voy en tren, voy en avión!

 "¿Qué es lo que más vas a extrañar de Alemania?" - me preguntó Talí la noche anterior a mi partida de Potsdam.

-"El transporte, el glühwein y el pan. También voy a extrañar el pan."

-"Ay, sí, poder tomarte cualquier cosa sin tener que preocuparte por las moneditas para el boleto."

-"Sí, el Regio es lo más"

Nunca me iba a arrepentir tanto de mis palabras. A la mañana siguiente salimos a las 7AM para tomarnos el primer tram que nos llevara a la estación de tren. Con la primer tormenta de nieve, Berlín y los alrededores se transformaron en un caos. La gente ya no sabía cómo manejar, ni para qué estaban los semáforos, detrás de cada tram pasaba una barredora de nieve, y cada tanto pasba alguien con una de esas palas gigantes para nieve que te pedía que te corrieras. 

El primer tram, lleno como nunca lo vi en siete meses. Pero el segundo pudimos tomarlo. Valijas en mano, Sara. Talí y yo bajamos a la plataforma del Regional Express, un tren que te lleva de Potsdam al centro de Berlín en media hora. De ahí un colectivo (o "bus", como me acostumbré a decir ahora) me llevaría al aeropuerto en quince minutos. Llegaba con tiempo de sobra.

Primer anuncio: El regional no salí porque había habido un accidente.

"Bueno, nos tomamos el S-Bahn y listo", pensamos. El S-Bahn es el tren normal, o el "lechero" como diríamos en nuetsros pagos. 

Ya eran las 8 cuando anunciaron que el S-bahn venía con demora de veinte minutos. "Si no viene en veinte me tomo un taxi."- le dije a las chicas.

Pero vino y lo tomamos. Lleno hasta la manija, íbamos las tres valijas y la mochila gigante de Sara, la bolsa de cosas que le dejaba a Talí, el paraguas y nosotras tres. El tren hasta las manos, paró en cada estación que pudo por más de cinco minutos. A las 9 convinimos que lo mejor es que parara en la primera estación grande y me tomara un taxi. 

Bajamos en Charllotenburg pero los taxis no pararan, y Talí y yo no teníamos ni idea de dónde paraba el bus que me llevaba al aeropuerto. Mientras una caminaba para preguntar dónde tomarlo o buscaba un taxi (que claro, venían llenos), la otra esperaba con las valijas.

Después de veinte minutos un señor nos dijo que lo mejor que podíamos hacer era tomar el subte y de ahí el bus. Yo ya pensaba que perdía el vuelo (salía a las 11) y no sabía en qué idioma más insultar. Talí trataba de mantener la calma y me decía que íbamos a llegar. 

Finalmente tomamos el subte, cinco minutos hasta nuestro primer destino. La estación, dicho sea de paso, no tenía ascensor, así que por última vez tuvimos que subir todo por las escaleras. Una vez arriba, una manada de gente esperaba el bendito bus que nos llevaría al aeropuerto. "Acá nos colamos como sea", nos dijimos, y de a poco empezamos a enfilar para la parada.  Los cuatro minutos que anunciaba el cartel se transformaron en al menos diez, pero finalmente tomamos el bus.

Una vez en el aeropuerto, enfilamos hacia el pabellón de donde salen los vuelos de Airberlin. Si alguien estuvo en Tegel hace poco, sabrá que llegar no es del todo fácil, que hay que pasar por un par de corredores bajo una obra en construcción, tomar un ascensor si estás con valijas hasta llegar al pabellón "C".  

"Airbelín... destino Miami... mostrador 39." Empiezo a mirar, y los mostradores llegaban hasta el 40. Una empleada debe haber visto mi cara de desesperación porque enseguida me preguntó qué necesitaba.

"El vuelo de Airberlín a las 11 AM",' dije con el poco aliento que me quedaba.
"No, ese vuelo sale del otro pabellón."

Con Talí no podíamos creerlo. Después de correr, y casi atropellar a un par de viejitos que pasaban por ahí, llegué al pabellón indicado casi vomitando. Por suerte quedaban dos o tres personas haciendo el check-in. La hora: 10.15 AM. 
"Tengo que comprar una pieza más de equipaje, ¿dónde hago eso?" -le pregunté al empleado que estaba ahí. 

-"Tenés que ir a la oficina de Airberlin, que queda derecho por ahí, bajando las escaleras"

-"¿Y tengo tiempo?"

-"Sí, veinte minutos"

Cola hecha, pido mi pieza de equipaje y me dicen que tengo que hacer el check-in primero. ¿¡Scheiße!?

Pero bueno, finalmente hice el check-in, pagué el sobrepeso y llegué al control de seguridad a las 11 AM. Por suerte, con la nieve, el vuelo también se había retrasado.

viernes, 3 de diciembre de 2010

No es un momento triste ya que brindo con amigos!

De a poco mis aventuras por el primer mundo se están terminando, y como todo fin, no puede ser menos que espectacular. Mis últimos días en Potsdam fueron un poco caóticos pero como le digo a todo el mundo: "yo en mi desorden me entiendo" (Ya vendrán detalles de mi partida en la próxima entrada).

La despedida de mi gente fue de esas en las que los invitados no se quieren ir, así que vuelven al día siguiente para comer sobras y decirte una vez más que te van a extrañar, y que van ir a visi- tarte apenas puedan, a esas tierras lejanas donde una vive, y ya que están, te ayudan a limpiar y vaciar el departamento. La verdad es que fue perfecta y que daban pocas ganas de que se acabara, pero ya sé que pronto los volveré a ver (¿O se piensan que voy a quedarme quieta por mucho tiempo?).  

Algunas fotos y video de mi despedida multilingüe haciendo click acá.

domingo, 28 de noviembre de 2010

The Weihnachtsmarkt before Christmas

La navidad en Alemania se parece a una película de Tim Burton con sabor a Glühwein. Ojalá pudiera llevarme un poquito en la valija...

Algunas fotos de los Weihnachtsmarkt en Potsdam y Berlín haciendo click acá.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Fórmula para matar la ansiedad

(3 CT - 1CxT)  - 6 HS + 0 UqM
__________________________ = T
                      17 D

CT = Capítulo terminado
CxT = Capítulo por terminar
HS = Horas de sueño
UqM = Uñas que morder
D = Días
T = ?

Quien descubra el valor de la incógnita tendrá el ¿lujo? de leerla.

domingo, 7 de noviembre de 2010

¡Dame fuego! ¡Dame, dame fuego!

En el primer mundo también son medio cavernícolas. O al menos, en las últimas semanas tuve que aprender a serlo. Aunque ya estoy más acostumbrada al invierno europeo (el año pasado a esta altura ya andaba con botas de nieve y tapada de pies a cabeza), el frío se está dejando notar. 

En Groningen tuve pro- blemas con mi estufa. Acá no tengo problemas aunque sí, bastante trabajo con mi estufa nueva/ vieja. Se trata de una estufa Rusa (o al menos así lo encontré en internet). Tal vez algún arquitecto sepa de lo que estoy hablando, pero para quienes no, esta página es muy informativa. ¿Por qué me da trabajo? Porque se alimenta a... ¡carbón! Sí, como en los viejos tiempos; si querés calor, prendéte un fueguito nomás. De mi departamento de Alemania Oriental no esperaba nada menos.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Deutscher Herbst

Colores inolvidables: los del otoño en Park Sansoucci. Algunas fotos acá.

domingo, 31 de octubre de 2010

Trick or Treat!

Con estas ca- ritas no me pude negar a abrirles la puerta. Y sí... a falta de cara- melos y choco- lates, sacrifiqué tres de mis últimos alfajores (ahora sólo me quedan dos) ¡pero se fueron super contentas!

martes, 26 de octubre de 2010

Revelación

No sé si es que los últimos días estuvieron soleados, o que me encanta mi clase de alemán, pero hoy salí de la escuela con la sonrisa en la cara y me acordé de lo mucho que me gusta enseñar español. :-)

domingo, 24 de octubre de 2010

Días de descuento

"Encuentro a las estadísticas interesantemente abrumadoras. He dicho."

martes, 12 de octubre de 2010

El Mate Viajero (X) - De chocotorta, fósiles y bici en el Mar Báltico

¿Que qué hay en el Mar Báltico? Miren las fotos y cultívense. Para mí fue un descubrimiento de lo más lindo, en un día de lo más especial y acompañada de gente a la que quiero y me quiere mucho. Mejor, imposible.

¿Que qué hicimos? Buscamos fósiles y ámbar (La más afortunada fue Tina que se trajo unos pedacitos de ámbar y de piedras fosilizadas hermosos), anduvimos en bici hasta que no nos pudimos sentar, comimos cosas ricas, paseamos, descansamos, y recompensamos nuestra ardua labor con unas ansiadas cervezas.

Chocotorta, regalos y llamadas no faltaron. Momentos especiales tampoco... ¡y sorpresas! Me siento muy afortunada de tener tanta gente linda a mi alrededor (no sólo físicamente, claro está). Gracias a Tina, Elena y Talí por hacer de éste un día único, y a los que me acompañaron a la distancia, con llamadas y mensajitos. ¡Los quiero mucho!

lunes, 4 de octubre de 2010

El Sabor del Reencuentro

A veces me maravilla cómo una charla casual termina en un gran reencuentro...

lunes, 27 de septiembre de 2010

Mi Pequeña Real Academia Alemana (II)

Erleichterung (s). Sensación que se produce cuando te das cuenta de que la mancha del tamaño de una moneda que tenías en la planta del pie y que no salía por ningún medio es producto de pisar descalza la cáscara de una nuez recién pelada.

Todavía le sigo dando con la esponja y de a poco va saliendo, pero para las madres que se empeñan en pintar a sus hijos con corcho quemado para hacer de mazamorreros en el acto del 25 de Mayo, una recomendación: prueben con la cáscara externa de la nuez. ¡Cosa'e Mandinga!

jueves, 23 de septiembre de 2010

¡Científica!

Ayer a la noche recibí el siguiente mail. Al final voy a terminar creyéndome que soy científica de verdad. ¿Algunas palabras para la Sra. Presidenta? Je je.
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"Estimados científicos:

con motivo de la visita de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner a raíz de la apertura de la Feria del Libro de Francfort, está previsto un encuentro con la comunidad científica local. Es por ello que los invitamos a agendar el día miércoles 6 de octubre como fecha de reunión. La cita se llevará a cabo en la ciudad de Berlín, Hotel Regent (www.theregentberlin.com), a partir de las 17.00 horas.

Los mantendremos informados acerca de los destalles respectivos.

Atentamente,

S.K."

martes, 14 de septiembre de 2010

Fiets For Fun

Una semana con bici nueva y ya se me pin- chó una rueda.  Scheiße!

¿Será porque no tiene nom- bre que me dejó en banda? Por suerte Tina, es- pecialista en bicis, vino al rescate.

lunes, 13 de septiembre de 2010

El Mate viajero (IX) - Lo que queda de España y Portugal

 Ya no puedo hacerme más la tonta. Además, necesito dejar la tesis por un rato. Así que acá va el álbum con lo que queda de nuestro viaje por España y Portugal. Pónganse cómodos porque aunque traté de hacer una selección, ¡hay fotos para rato!

Para ver las fotos, hagan click acá.

jueves, 26 de agosto de 2010

Efemérides (II)

Como hace un año, llegué a mi casa cargada a más no poder. Pero esta vez de dulce de leche, alfajores y muchas cosas ricas. Mi año en Europa terminó en Barcelona, ciudad a la que alguna vez espero volver. Cansada hasta la médula después de un mes de viaje, pero con las pilas más cargadas que nunca, prometo que en estos días escribo todos los posts que no escribí en las últimas semanas. Que para contar hay... ¡Y cuánto!

domingo, 15 de agosto de 2010

El Mate viajero (VIII)

¡Que ya extraño, joé! Las tapas que prepara mi papá, las tortugas que mata mi mamá y todas las ziudadesh preziosash que hemos vi- sitado. Que ya me acos- tumbré a que me malcríen.  ¿Y ahora? . Gracias por estar y por compartir estos días conmigo. ¡Los quiero mucho!

Las primeras fotos de nuestro viaje por Madrid, País Vasco, Cantabria y Galicia haciendo click acá.

domingo, 1 de agosto de 2010

Efemérides

Un día como hoy hace un año comencé mis andanzas en la blogósfera, que sería algo así como la estratósfera de los blogs. Sí... siempre en el aire.

Ciento dos entradas y varios borradores más después quiero agradecer a los que me acompañaron y siguen acompañando, a los que dejan mensajes y los que me comentan con timidez que leyeron mis últimas entradas; a los que pasan de casualidad y se quedan, y a los que hacen una visita esporádica.

Desde Santander, brindo con caña y unos pintxos por este año, ¡salud!

martes, 27 de julio de 2010

It's a small world after all!

"Todo concluye al fin", dice la canción. Sí, es trillada; tan trillada como este blog que por algún motivo adquirió la (r) en su nombre. Y para celebrar el final, el de nuestro programa, qué mejor que un festejo o, en este caso, una gran comi- lona. La consigna propuesta por los coordinadores del programa fue: Food of all nations! Así que no faltaron empanadas, brigadeiros brasileros, chocolates sui- zos, waffles belgas, bombo- nes turcos, samosas de India, pan, nueces asadas y ensalada de papas alemanes, galletas españolas, pan australiano, chapattis de Kenia, koeks de Zimbabwe, tofu frito, empanadas primavera y pato de China y Taiwan.

El almuerzo terminó tarde por la noche. Muchos se fueron despidiendo, algunos para siempre, otros hasta la conferencia en agosto. Un día hermoso que quedará entre mis favoritos de este año lejos de casa.

Algunas fotos de la ocasión haciendo click acá.

viernes, 23 de julio de 2010

Honey, I shrunk de fiets! (II)

"Querida Caro,
agradeciendote la buena onda de hacer mención en tu blog de mi blog, quise hacerte un dibujin de regalin !
te mando un beso, y luego estare haciendote mas bicis.
me gusto la adiccion de bicis que tenes! jejejeje

Besos" 

El autor del mail, mi querido amigo y gran ilustrador Juane Lemos.

La foto original  haciendo click acá

martes, 20 de julio de 2010

¡Yo quiero tener un millón de libros!

Aunque acá tengo muchos amigos (de los reales, no sólo libros), hoy me siento un poco Miguelito.

¡Feliz día a todos los que me saludaron desde lejos!

¡Los quiero mucho!

lunes, 12 de julio de 2010

Reiteramos: ¡Estalló el verano!

En tres meses, más de sesenta grados de diferencia. ¿Quién dijo que en Alemania el verano es para sweatercito de hilo?

Mi nueva oficina con aire acondicionado, haciendo click acá

jueves, 8 de julio de 2010

Cacería (im)post-it (ble)

Hace algunas semanas que estoy a los tumbos y malabareando para hacer todo lo que me queda hacer en Potsdam. En menos de tres semanas se termina el cuatrimestre y siento que las horas del día no me alcanzan. Mi memoria me está fallando también, tanto que hasta me olvido de abrir la agenda para ver qué tengo programado hacer en el día. 

Así que un poco por apuro, y otro poco sin quererlo dejé mi agenda de lado y empecé a anotar todo en post-its. Algunos son más descifrables que otros, y a veces ni yo me acuerdo qué significaban. El primero decía: "Pasaporte - 15/07" y el último (que escribí hoy a la mañana) dice: "Permiso". De a poco empezaron a poblar la pared de mi escritorio y se transformaron en la voz de mi conciencia. Hoy ya suman más de quince; a veces logro despegar uno o dos, aunque casi siempre los reemplazo con algunos más. 

Hay uno que me persigue hace tiempo, sobre todo desde que empezó a hacer calor. Así que hoy, después de trabajar seis horas en mi experimento y despegar el que decía "Mail Vasishth/ Dickey - Materiales Exp." me propuse deshacerme de un segundo, quizás el más terrible de todos después de mi paso por Finlandia. Hoy, señoras y señores me obligué a salir en la cacería de... una bikini.

El resultado: tres horas de caminata, decenas de pruebas, un par de sandalias y remeras, y un odio atroz por la moda europea en materia de trajes de baño. El post-it volvió a su lugar, entre "Imán Berlín" y "Cake Conny"

viernes, 2 de julio de 2010

Mi Real Academia Alemana (I)

"Vuvuzelas & bebidas y comida deben mantenerse al margen"

Una fina forma de decir... "Sabés lo que te hago con la corneta, ¿no? "

miércoles, 23 de junio de 2010

El Mate Viajero (VII)

De a poco las cosas van tomando forma por estos lados. Mi desaparición de este medio no fue vana, sino más bien una mala administración de recursos (¡Por favor, cuando empiece a hacer más estos chistes académicos párenme! -Sí, fue un chiste) En una semana más que agitada definí varias cosas de mi futura estadía en el Primer Mundo, que detallo:
  • Después de varias idas y vueltas entre tópicos y posibles supervisores, definí mi tema de tesis.
  • Hablé con mis supervisor(es) (Hay dos links, por eso los paréntesis) y quedaron contentos con la idea. Y yo también, claro.
  • Eso significa que también definí mi lugar de estadía, que seguirá siendo... ¡Alemania!
  • Prolongué mi contrato de alquiler en mi departamento, así que sigo teniendo lugar para quienes quieran venir a visitar ;-)
  • Empecé (finalmente) la corrección de mi informe de adscripción que tengo retrasada desde fines del año pasado.
El merecido descanso después de tal semana fue nada más y nada menos que en Dresden, donde pasamos un fin de semana improvisado con Sara y Xico. El Mate Viajero, encantado con tanto input en español. Y yo, ni hablar.

Algunas fotos del Mate en Dresden haciendo click acá.

domingo, 13 de junio de 2010

Ich bin ein Potsdamer!

El otro día me di cuenta de que hace más de dos meses que llegué a Alemania y todavía no subí fotos de Potsdam ni de Berlín. Creo que por colgada, u ocupada (¡acá no me aburro nunca!) me dejé estar. Pero hace unos días saqué esta foto mientras volvía de la escuela de circo y me pareció que ya era hora de hacer justicia con mi blog, que bien abandonado lo tengo. Como diría mi queridísima amiga Julieta... ¡Pida, señora, pida!

Acá van algunas. Ya vendrán Leipzig y Dresden.
Próximos proyectos: entadas sobre el pan y el servicio de transporte alemanes, cómo cruzar la calle sin pasar por maleducado, y algunas de mis andanzas con el idioma de Goethe.

jueves, 10 de junio de 2010

¿Que dónde estoy?

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¡Pero volveré pronto!

jueves, 27 de mayo de 2010

¡Knock Out!

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Ms Leyen 

martes, 25 de mayo de 2010

Sobre el Bicentenario, los argentinos y otras yerbas

Cuando me acerqué a la ronda, Mauricio me preguntó qué era lo que definía al argentino típico. "-¿Cómo reconocés a un argentino? ¿Cómo sabés que es argentino cuando lo ves?" Cintia y yo dimos varias respuestas pero ninguna nos dejó muy satisfechas: -"Por los gestos", -"¡Porque tiene cara de argentino!" -"¿Por el físico?", volvió a indagar el empleado consular.  -"No, es sólo la cara, lo ves y decís: ése es argentino." -"Sí, una mezcla de tano, español, en fin... sacamos lo peor de todos." A Mauricio no le gustó nada esta frase, y Cintia tuvo que aclarar que era un chiste, que no se lo tomara en serio. Después de un rato decidimos ir debajo del sol. Acá es primavera pero todavía no se nota.

Pasó un buen rato hasta que los músicos se pusieron a payar. Chacareras, zambas, y algún que otro tango colorearon de criollo aun más el festejo, y poco a poco la gente se empezó a acercar alrededor de ellos. Un bandoneón, varias guitarras y un charango, aunque no pertenecían al mismo grupo, esa tarde se hermanaron con un gesto implícito, como si se conocieran de siempre y celebraran un reencuentro. ¡Faltaba el fogón y estábamos como en casa! 

Yo contemplaba todo con mucha emoción y alegría; todo me sonaba conocido pero muy novedoso; el acento más fuerte que nunca, el olor a asado... ¡cómo definirlo! Todo ahí, juntito en un mismo jardín, el de la casa del embajador. Y por un rato me pareció que todo era terriblemente exagerado: el "sho" de nuestro cas-te-sha-no, la añoranza de los que hacía tiempo habían dejado el país, el olor a carne más intenso que jamás experimenté, el fervor con el que los músicos cantaban, el atuendo gaucho de los asadores, el amor a la bandera y los colores patrios, a la escarapela, al himno y a los discursos del tipo escolar. Pero no me importó. De alguna manera que no me explico pertenecía a todo eso y estaba contenta de haber ido.

Creo que no pasó mucho tiempo hasta que Cintia interrumpió mis pensamientos y me dijo al oído: "¿Cómo reconocés a un argentino? ¡Cuando está con otros argentinos!" Creo que tiene razón.

Algunas fotos y videítos del festejo del Bicentenario en Berlín, haciendo click acá.

lunes, 17 de mayo de 2010

El Inodoro Justiciero

Cuando cumplí diez años mi mamá me organizó un pijama party sorpresa y casi todas mis compañeras del cole se quedaron a dormir en casa. En esos tiempos, hacía sólo un par de años que nos habíamos mudado a Martín García, y mis papás habían decidido renovar un poco el departamento. Lo que más recuerdo de ese invierno son los interminables fines de semana en los que nuestros progenitores nos llevaban a ver grifería, azulejos y guardas para los nuevos baños, el sermón en el auto que empezaba con el ya sabido "¡No tengo que decirles que no pueden tocar nada!", y terminaba con la típica escena de mi hermano corriendo de bañera en bañera y mi mamá rezando para que no se cayera y rompiera algún diente (algo más que esperable considerando la torpeza de Martin).

Pero para octubre eso ya había terminado, y sólo quedaba lo peor: el arreglo de los baños. No recuerdo cuál de los dos fue primero, pero la noche de mi cumpleaños el baño chiquito (así le decimos al toilet) todavía tenía los azulejos color rojo sangre que databan de hacía más de cuarenta años. Los que conocieron el departamento en esa época probablemente no se hayan olvidado de esos azulejos, porque eran algo espeluznante para un baño tan pequeño, pero a la vez el color tenía algo que causaba fascinación a quienes lo veían.

Esa noche, mis amigas y yo quedamos con- finadas al sec- tor del come- dor para no despertar a mis papás  y herma- nos que dor- mían del otro lado del depar- tamento; y el baño chiquito pasó a ser nuestro baño. No recuerdo bien a qué hora nos dormimos, pero sí que charlamos mucho, hicimos que Magdalena nos demostrara sus dotes como cantante y que contamos absurdas historias de terror. Creo que fue después de una de esas historias que asustamos a Magdalena (aunque por favor, corríjanme quienes etsuvieron ahí). Un ruido la alertó y cargada va, cargada viene, la convencimos de que el ruido provenía del baño, cuyo color representaba el color del infierno y la sangre, y que quien hacía ruido era el Inodoro Justiciero, que volvía para vengarse de sus anteriores dueños. Después de eso, Magdalena se aguantó toda la noche para no ir al baño.

Ayer me acordaba de todo esto mientras esperaba a Daniel, el dueño del departamento que alquilo en Potsdam. ¿El motivo? Hace tres días que mi inodoro enloqueció. Y no lo digo vanamente, creo que si fuera un inodoro normal podría haberme aventurado a adivinar qué le pasaba, pero como no lo es, no me quedó más opción que esperar a que el dueño de casa llegara de sus vacaciones cerca de la frontera checa.

Algunos ya saben de las particularidades de mi nuevo hogar, pero para los que no, paso a explicar:  el departamento donde vivo formaba parte de un piso más grande, ahora dividido entre mi vecino, el lavadero y yo. Una vez hecha la división, los dueños se avivaron de que para ir al baño había que salir del departamento y atravesar el lavadero (tremendo esfuerzo cuando te agarran ganas en medio de la noche), así que decidieron construir un toilet y una ducha... en medio de la cocina.  Pero claro, el edificio es viejo, y la cocina no estaba preparada para tanto cambio de tubería. Entre eso y la obsesiva cuestión europea del ahorro de recursos, el resultado fue la instalación de un inodoro eléctrico. Sí, ¡el inodoro tiene enchufe y la ducha tiene botones para drenar el agua! 

La cuestión es que todo está conectado: el inodoro, la ducha y la pileta de la cocina; y todo el agua y lo que por ahí pase va a una cajita que tiene una suerte de trituradora adentro, que hace que los desechos se hagan chiquititos y las cañerías no se tapen.  Una de las cosas que Daniel me advirtió el primer día fue "No tires nada que no sea orgánico o papel, porque si se tapa es un desastre." Y desde ese día cuido a mi inodoro casi como a mi computadora. No sólo porque no quiero tener problemas con el dueño, sino porque me imagino lo asqueroso que sería si algo así ocurriera en medio de la cocina. Las visitas, una vez que el inodoro extraño ya no es novel, son dirigidas al baño de afuera. Por suerte, la vergüenza de que los escuche mientras estoy en la cocina también ayuda a asegurarme de que no lo usen. 

Por eso, no dejé de sentirme traicionada cuando el sábado, mientras leía en el living, empecé a escuchar los ruidos que provenían de la cocina. ¡El inodoro estaba poseído! La trituradora empezó a funcionar como loca, el agua iba y venía y los pisos temblaban. "Que no se haya tapado, que no se haya tapado", recé. Abrí la ducha, nada tapado; la canilla, lo mismo. Tiré la cadena, un ruido insoportable hizo temblar todo; empecé a seguir con la vista el agua mientras pasaba por el caño que conducía al techo, y luego a la otra habitación, y luego al lavadero. El agua subía y volvía a caer, y la trituradora empezaba de nuevo. Y cuando creí que todo iba a explotar... lo desenchufé. ¡Ahhhh! El silencio. Alivio.  

Durante un día estuve esperando a que Daniel diera señales de vida. Y mientras tanto tuve pánico cada vez que tuve que usar la canilla o la ducha, porque para eso debía enchufar el inodoro, que estaba decidido a vengarse de las cagadas que alguien se había mandado.

Cuando Daniel llegó, lo revisó y dio su veredicto: "Le falta una pieza a uno de los caños. Es la que hace que el agua suba, porque los caños están muy altos. Voy a tener que pedirla por internet; va a tardar unos días." 

Hoy le explicaba a Tina el final de la historia (porque ella se bancó mi día de espera y mi incertidumbre) y me dijo: "¡Ah! Es como las válvulas de las venas." Pensándolo así, creo que sí: mi inodoro tiene várices.

domingo, 9 de mayo de 2010

¡Quiero vino, quiero vino, quiero vino!

Hace un par de semanas estu- vimos en Wer- der con Elena. La ocasión, el Baumblütefest. Según dicen, es el segundo fes- tival más gran- de de Alemania después de Ok- toberfest. ¿Si nos emborrachamos? No. Un par de copas de vino de fruta y mucho sol fueron suficientes para que sintiéramos el letargo dominguero después de una semana agitada. Eso sí, la siesta fue el parque.

Algunas fotos más de nuestro paso por Werder, haciendo click acá.

viernes, 30 de abril de 2010

Mi Pequeña Real Academia Alemana (I)

Überglücklich. adj. Saber que sólo verás a Joensuu en fotos porque ya entregaste tu último trabajo.

sábado, 24 de abril de 2010

Kopf und Schulter, Knie und Zehen

Ayer volví a colgarme por primera vez en casi cinco meses. El dolor de cuerpo con el que me levanté es indescriptible, pero la alegría de poder volver a hacer algo que me gusta tanto es todavía mayor, y hace que valga la pena. Ahora estoy tomando clases en Berlín con Gabriela, una profe brasileña. La clase es en alemán, así que tuve oportunidad de aprender algunas palabras y frases nuevas. La que más me acuerdo es: "Du müst atem" (Debés respirar), dicha por una compañera mientras estirábamos (¡ay, mis músculos!) al final de la clase. La semana que viene empiezo a entrenar y a ayudar en las clases en una escuela de niños llamada Montelino, que queda acá en Potsdam. Veremos si los pequeños teutones hablan inglés como los holandeses o me obligarán (por fin) a aprender un idioma como la gente.
 

jueves, 22 de abril de 2010

Argentinische Spezialitäten

Hoy descubrí la que será mi página de internet favorita apenas se termine el kilo de dulce de leche que tengo en la heladera. Una cucharada más y ya queda...

sábado, 17 de abril de 2010

El Mate Viajero (VI)

En su viaje por el este de Ale- mania, nuestro amigo mateó con un tal Carlitos.

Algunas otras fotos de tal encuentro (y del mío con Tina en Chem- nitz) haciendo click acá.

Home Sweet Home (II)

Lo prometido es deuda: las fotos de mi nuevo hogar haciendo click acá.

jueves, 8 de abril de 2010

Receta para curar el insomnio

 Ingredientes:
  • Aviones              2
  • Vecino molesto   1 (al menos)
  • Colectivo            1
  • Tren                   1
  • Tranvía               1
  • Tristeza               mucha
  • Ansiedad            tanta como para comerse las uñas
  • Valijas                2 (45 kg mínimo)
  • Gente nueva        algunas personas para empezar
  • Teléfono celular  1 (que no funcione)
  • Trámites             a montones
  •  Mapa                1 (no muy claro)
  • Compras             las necesarias
Tiempo de preparación: 
 Menos de 24 horas

Preparación:

1. Tómese dos aviones. Procure que el total de horas de vuelo supere las quince. Trate de conseguir asiento cerca de alguna persona quejumbrosa o con un timbre de voz molesto.

2. Llegue a su primer destino y tómese un colectivo y un tranvía para llegar a su destino final. Añada un poco de lengua extranjera y trate de arreglárselas como pueda.

3. Añada lo que tenga de tristeza, ansiedad y revuelva hasta que no pueda dejar de comerse las uñas y mirar el reloj innecesariamente.

4. No olvide cargar al menos dos valijas durante todo el trayecto; trate de subir cuanta escalera se le aparezca y pasar por senderos estrechos cargando ambas valijas.

5. Conozca gente nueva que quiera hablar su mismo idioma, el cual apenas habló en los últimos siete meses.

6. Trate de hacer llamadas con un teléfono celular extranjero, o de encontrar un teléfono público.

7. Si no logra lo anterior, encuentre un lugar donde comprar una nueva tarjeta SIM y procure que no lo estafen con la tarifa.

8. Haga trámites, llene formularios, trate de lucir bien para la foto biométrica que necesita para su nuevo permiso de residencia.

9. Intente ubicarse en su nuevo destino con un mapa poco claro.

10. Haga las compras necesarias para llenar su heladera, cargue bolsas y suba los cuatro pisos hasta su nuevo departamento.

11. Trate de relajarse algunos minutos y listo: dormirá como un bebé por las próximas diez horas.

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Como ven, mi mudanza no fue menos penosa que las otras, sólo menos pesada (quince kilos quedaron en el otro hemisferio). Lo que dejé me entristece, pero lo que viene me genera una mezcla de entusiasmo y ansiedad.Ya vendrán las fotos de mi nueva morada que, por cierto, ¡me encanta!

El Mate Viajero (V - ¡Hay que venir al Sur!)

De blanco papel y ojeras a tostado casi caribeño, de bajo cero a casi treinta grados, de triste a contenta, mi paso por Sudáfrica fue de lo mejor. Ayer llegué a Potsdam y ya extraño. Aunque no saqué muchas fotos, les dejo algunas para que vean la transformación.

jueves, 1 de abril de 2010

What pass?

Algunos las piden, otros las reclaman. Excusas no tengo: estoy descansando y paso una buena parte del tiempo frente a la computadora terminando trabajos pendientes que me quedaon de Finlandia. Sin embargo, no hay fotos, ni entradas en estas semanas.

Como si hubiera vuelto a casa, en Cape Town todo me sorprende (la calidez de la gente, el sol, el ruido de la ciudad, las voces que se pisan cuando hablan) pero sigue igual que la última vez que vine. Las fotos vendrán cuando empiece a extrañar este ratito de vida cotidiana que pude hacerme.

domingo, 21 de marzo de 2010

Desde ayer...

... ¡chau botas de nieve! ¡Hola ojotas! Las extrañé tanto...

lunes, 15 de marzo de 2010

El Mate Viajero (IV)

Este fin de semana el Mate Viajero no se apichonó ante los intransigentes militares aduaneros y logró pasar la frontera rusa. Acompañado con un par de "blinis" (o Блины en cirílico), el mate resultó ser el compañero ideal para recorrer la incomparable San Petersburgo. Aunque la entrada a museos, palacios y teatro le estuvo prohibida, no dejó de disfrutar de la cultura y el vertiginoso ritmo de vida de esta imponente ciudad.

Entre sus lugares y paseos favoritos estuvieron la Catedral del Salvador sobre la Sangre Derramada (¡qué traducción tan horrible!), el Palacio Yusupov (lugar de asesinato de Rasputín), y el crucero Aurora. La puesta en escena de Don Quijote y los Palacios de Verano e Invierno, también lo dejaron sin aliento.

Algunas fotos más de las aventuras del Mate Viajero en San Petersburgo, haciendo click acá.

domingo, 7 de marzo de 2010

Mi Pequeña Real Academia Finesa (I)

Pilkkiminen: s. Acción y e- fecto de salir a buscar la  comi- da en el temible invierno finés.



Instrucciones para pescar en el hielo hacien- do click acá.

viernes, 26 de febrero de 2010

Fonetiikan goma päivat Ilomantsissa

Tengo un amigo que sabe mucho de fotos y que una vez me dijo que todos tenemos alguna "foto goma" por ahí publicada. El con- cepto es com- plicado de explicar (tal vez él pueda ayudarme), pero algunos ejemplos pueden servir: la foto al lado de un auto deportivo o de un granadero/ guardia,  o aquella sosteniéndole los genitales al David de Miguel Ángel, la autofoto haciendo ronda y mirando al piso, o la foto saltando cual publicidad de yogurt dietético... todas fotos goma.

Hoy volvimos de una conferencia de fonética en Ilomantsi, a unos 70 kilómetros de Joensuu. Lejos de nuestras expectativas, la conferencia resultó ser un tedio, ya que la mayor parte de las ponencias fueron en finés. Así que durante dos días no hicimos más que comer, domir, volver a comer, ir al sauna, salir a caminar, y tomar café. 

Hace un rato me puse a mirar las fotos que sacamos en uno de nuestros paseos. Tiempo libre, que le dicen, y alguna que otro "foto goma" dando vueltas. Como ven, la vida académica es muy seria.

Algunas fotos goma y otras más de nuestro paseo en Ilomantsi, haciendo click acá.

sábado, 20 de febrero de 2010

Sun is shining!


De vez en cuando en Joensuu sale el sol, y mis fotos y mi humor salen menos grises. Cuando es así hace todavía más frío, pero a esta altura, ¿cuántos sweaters más puedo ponerme?

Les comparto un poco de mi buen humor haciendo click acá

Para la cartera de la dama...

...y el bolsillo del caballero, hoy les traigo  una oferta i-ni-gua-la-ble. Traída desde los invernaderos de Finlandia, y a precio promocional para venta en la vía pública, por sólo dos euros nomás, se lleva seis productos. Antioxidante, diurético, para tomar a la tarde con amigos y familiares, para aparentar que se esta drogando impunemente, para molestar a un compañero de piso y ponerla en lugar del orégano, o simplemente para tenerla de recuerdo. Los seis productos, señoras y señores, para compartir con el vecino, y tomar por las mañanas. Por sólo dos moneditas de un euro se lleva sesenta gramos de la más sabrosa... ¡YERBA MATE!

¿Alguien les explicó a los fineses que con sesenta gramos de yerba apenas tomamos un termo de mate?

martes, 9 de febrero de 2010

Muchos pinos, varios libros, pero sin hijos

El otro día leí que en Finlandia se están preparando para las consecuencias del envejecimiento demográfico que está enfrentando el país. Es verdad, en un mes viviendo acá, sólo vi a una mujer embarazada, y al menos en Joensuu, gran parte de los jóvenes son de países extranjeros.

Creo que el frío y la lengua (finesa) tienen algo que ver en el hecho de que en todo el país sólo vivan seis millones de habitantes. ¿Por qué? Primero porque ponerle algo de onda al acto reproductivo no aplica en los países nórdicos. ¡Hacer un strip-tease llevaría horas! 

Los accidentes tampoco ocurren, porque las mujeres sí toman la pastilla, ¡contar los días lleva añares! Una de las conclusiones que saqué durante mis clases de finés es que cuanto más alto es el número, más largo. Así, uno es "yksi", cinco es "viisi", doce es "kaksitoista" y veintiocho... ¡"kaksikymentääkahdeksan"! (Mi regla en finés es "si el precio es largo no lo compres").

Por otro lado, nuestra profesora de finés nos dijo que los fineses no aman, ni odian y por eso apenas si usan esas palabras. Las cosas sólo les gustan o no, y hasta te lo dicen con cara de asquito. En un mundo globalizado, donde los canales de cable pasan las telenovelas latinomaericanas más melosas, eso puede resultar poco atractivo. 

El chamuyo tampoco tiene lugar en Finlandia. Cuando preguntás "Mita kuuluu?" (¿Cómo estás?), no hay que contestar "bien" o "mal", sino "Ei erikoista" (Nada especial), y se acabó la conversación. Preguntar por el estudio, el horóscopo, el barrio donde vivís, tu música y películas preferidas y llegar a invitar a alguien al cine quedan descartados para siempre, alterando indefectiblente la cadena reproductiva.

domingo, 7 de febrero de 2010

¡Aplausos! (II)

Ayer a la noche aprendí que se puede aplaudir con los guantes puestos. El ruido no es muy audible, pero cuando son cientas las personas que aplauden, éste se convierte en algo bastante particular. Aunque poco comparable, creo que se parece al ruido que hacen las sopapas cuando uno trata de destapar una cañería y éstas no están del todo pegadas. Si bien el fin es destapar el bendito caño que nos tiene a mal correr, resulta bastante decepcionante cuando uno espera un ¡plop! que nunca llega. Así de extraño es aplaudir con guantes; uno quiere hacer ruido, pero no puede.

¿Por qué no sacarse los guantes entonces? La pregunta ni se nos pasó por la cabeza ayer a la noche, cuando fuimos a ver Hurtta, una obra de teatro finesa al aire libre. Con -10°C, y a la orilla del río, no pensamos que eso fuera posible.



Lo particular de la compañía de teatro que pone en escena a Hurtta es que no necesita más que a los actores y el vestuario. La escenografía, con algunos retoques acá y allá, la construyen en cada lugar, nada más y nada menos que con nieve y hielo. Una iglesia de hielo, rampas y torres iluminadas con luces de todos colores, crearon una atmósfera inigualable, que probablemente jamás vuelva a ver en mi vida. 

La temperatura, claro, no ayudaba. Pero la obra duró lo suficiente como para ver el vaivén acompasado de un público que comenzaba a tener frío y movía piernas y brazos para combatirlo, pero no tanto como para que muriera congelado.

Lamentablemente, apenas si pude sacar fotos. A esta temperatura una aprende rápido que el frío y las cámaras digitales no son los mejores amigos, y la batería se congela en pocos minutos. Pero en la página web pueden ver unas cuantas (desde ya, mucho más lindas que las mías) para que tengan una idea de qué se trata.

Y la obra sí, estaba en finés, y apenas entendimos las canciones (por suerte no había mucho diálogo). Pero el malo se murió y el pueblo se quedó contento y festejó cantando, bailando y patinando sobre hielo. Aunque  creo que dejé de entender cuando la princesa rubia tuvo hijitos con el villano (morocho y barbudo, claro) y bailaba enamorada junto a él. Ahí se me cruzaron los cables.  Pero en fin, una experiencia de las raras y lindas, como Finlandia.

martes, 2 de febrero de 2010

¿Tenés calor? ¡Tocá el tambor!

La verdad es que nunca entendí esa rima. Siempre me pareció un poco tonta la idea de tocar un tambor cuando tenía calor, o ponerme la capa de mi tío cuando tenía frío (además de que la idea de imaginarme a mi tío con capa... bueno, sin palabras). Pero hoy, con 0°C en Finlandia, ¡hace calor! Y sí, tengo ganas de festejar y tocar el tambor.

domingo, 31 de enero de 2010

Sueño de una noche de verano

Antes de ayer soñé que tenía que encontrarme con Conny en la facultad y que tomaba la calle que conduce a uno de los lagos que rodea a Joensuu. Nunca había caminado por esa calle, pero yo sabía que era un atajo. Para mi sorpresa, encontraba una playa de colores cálidos. Mis pies tocaban la arena dorada. Las chicas estaban en bikini y los chicos en malla. Afuera la temperatura era de lo más agradable, y la brisa olía a sal.  El mar estaba frío, pero no me importaba. Yo salía corriendo a avisar a Conny y a Cintia lo que había visto.

Creo que sé lo que cualquier psicólogo me diría (tantos años de terapia no fueron en vano). Esa mañana me desperté y saqué pasaje. 19 de marzo: Helsinki - Cape Town.

miércoles, 27 de enero de 2010

En busca de la valija (no) perdida

"Dear miss Gattei,

You have a question about a parcel you sent to Finland. I am sorry that the parcel did not arrive yet. We send you an form on 25 Januari When you fill in this form, we start  an investigation, and try to find your parcel.This is the only way to find out what is happened with your parcel.
If you don´t send the form back to us, we can´t start this investigation.
I apolegize for the inconvenience.
With kind regards,

Hanny Verhagen
TNT Post Klantenservice"


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 ¿Me estarán tomando el pelo? Vissestraat 63, señores, ahí la encuentran.

domingo, 24 de enero de 2010

¡A caminar, señora!

Caminar treinta cuadras al día, eso es lo que recomiendan los médicos cuando vamos con cualquier síntoma de estrés o dolor de cuello, o espalda (léase estrés). Y sí, mis últimas semanas en Joensuu (también las primeras) fueron bastante estresantes. Me mudé, perdí mis dos valijas, cambié de universidad, recuperé una valija, hice trámites millones, alquilé una bicileta que uso diariamente con -25°C, llamé a media población finesa en busca de la valija perdida, cambié de número celular, de agenda, de idioma, descubrí que mi valija había vuelto a Groningen, insulté a más de una empleada de correo y pataleé: "Llame el lunes a las 8.30. El servicio de atención al cliente de encomiendas hoy no trabaja."

Con este panorama y con una mufa que ni yo me soportaba, decidimos hacerle honor a todos los médicos del mundo y hoy nos fuimos de caminata  a Lykynlampi, en  las afueras de Joensuu. A derrochar energía acumulada, que le dicen. Y las 30 cuadras se nos fueron a... ¡30 kilómetros! Así es, con -25°C promedio, todo un logro.

Bordenado las pistas de ski, llegamos los seis (Conny, Sylvia, Michael, Sean, Lieke y yo)  a un café donde nos esperaba una taza de choclate caliente y donde pudimos almorzar. Una hora después emprendimos la vuelta. ¡A vestirse de nuevo! Aunque cansada, fue la mejor cura para estas dos semanas de locura.

El mapa de nuestro recorrido abajo. La línea azul es el camino que hicimos. Pueden clickear en (-) para alejar el mapa y verlo mejor. "B" es nuestra casa. 


View Larger Map

Algunas fotos más de nuestro viaje a Lykynlampi haciendo click acá.

jueves, 21 de enero de 2010

When I'm sixty-four!

En Finlandia es fácil anticiparse a lo que vendrá. Sólo hace falta salir a la calle, disfrutar de los -25°C ¡y listo! Vejez instantánea en pocos segundos.
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viernes, 15 de enero de 2010

El sabor del encuentro


Hace un par de semanas llegué a Finlandia. Para muchos se trata de un lugar lejano, algunos lo asocian con el queso del mismo nombre, otros recuerdan la famosa marcas de helado llamada Laponia.

Con mi mudanza volví a los trámites, las charlas introductorias de la universidad, la búsqueda de transporte (sí, acá también se anda en bicicleta, no importa que haga frío; los colectivos son tan caros que van vacíos) y de nuevos amigos. De todas las charlas que tuvimos en la universidad durante esta semana, sólo disfruté una que hablaba de los estereotipos con los que se suele asociar a los fineses. Silenciosos, amantes de la naturaleza, el sauna y el alcohol fueron algunos de los que surgieron. Y aunque la profesora se empeñaba en hacerlos desaparecer, podría contar varias anécdotas acerca de nuestro viaje a Laponia que lo confirman.

Una de las cosas que más me sorprendió durante nuestro viaje al norte (¿todavía más al norte?) fue la quietud y el silencio. Durante nuestra estancia en Kilopää pensamos que éramos los únicos en el lugar. Por la mañana nos levantábamos para hacer cross-country ski, o para caminar y nadie, salvo la guía del lugar, nos acompañaba. Cada tanto cruzábamos a algún reno, que nos miraba desde lejos y cambiaba de rumbo. Después, sólo huellas de aves, liebres y algún que otro ratón. Algunos días después descubrimos que en el mismo complejo había al menos veinte personas más. Dónde estaban, no lo sé, pero esa noche los encontramos en el sauna.

En Finlandia el sauna es un lugar de encuentro. Y mientras durante el día no escuchábamos voz humana alguna, en el sauna más de un finés buscó entablar conversación con nosotros o dejó escapar alguna risa histérica motivo de la cerveza que estaba tomando. Afuera del sauna, es normal que haya una fuente de agua natural. En esas latitudes, la temperatura de la fuente es de -1°C. Según los fineses, es "saludable y sabio ir al sauna, meterse luego en la fuente por unos segundos y volver a entrar al sauna". Aunque Stuart lo hizo varias veces, los -35°C que hacía afuera fueron suficientes para que yo quisiera volver al sauna apenas pisaba el suelo frío y lleno de hielo. Tal vez en estos próximos dos meses me anime.

Para los curiosos que quieren ver cómo es Finlandia, acá hay algunas fotos. También les dejo algunas de Año Nuevo en París.

martes, 12 de enero de 2010

El Mate Viajero (III)


Un viaje maravilloso y ya demasiadas ganas de decirle cuánto lo extraño...  Algunas fotos de nuestro paso por Chamonix  haciendo click acá.