domingo, 31 de enero de 2010

Sueño de una noche de verano

Antes de ayer soñé que tenía que encontrarme con Conny en la facultad y que tomaba la calle que conduce a uno de los lagos que rodea a Joensuu. Nunca había caminado por esa calle, pero yo sabía que era un atajo. Para mi sorpresa, encontraba una playa de colores cálidos. Mis pies tocaban la arena dorada. Las chicas estaban en bikini y los chicos en malla. Afuera la temperatura era de lo más agradable, y la brisa olía a sal.  El mar estaba frío, pero no me importaba. Yo salía corriendo a avisar a Conny y a Cintia lo que había visto.

Creo que sé lo que cualquier psicólogo me diría (tantos años de terapia no fueron en vano). Esa mañana me desperté y saqué pasaje. 19 de marzo: Helsinki - Cape Town.

miércoles, 27 de enero de 2010

En busca de la valija (no) perdida

"Dear miss Gattei,

You have a question about a parcel you sent to Finland. I am sorry that the parcel did not arrive yet. We send you an form on 25 Januari When you fill in this form, we start  an investigation, and try to find your parcel.This is the only way to find out what is happened with your parcel.
If you don´t send the form back to us, we can´t start this investigation.
I apolegize for the inconvenience.
With kind regards,

Hanny Verhagen
TNT Post Klantenservice"


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 ¿Me estarán tomando el pelo? Vissestraat 63, señores, ahí la encuentran.

domingo, 24 de enero de 2010

¡A caminar, señora!

Caminar treinta cuadras al día, eso es lo que recomiendan los médicos cuando vamos con cualquier síntoma de estrés o dolor de cuello, o espalda (léase estrés). Y sí, mis últimas semanas en Joensuu (también las primeras) fueron bastante estresantes. Me mudé, perdí mis dos valijas, cambié de universidad, recuperé una valija, hice trámites millones, alquilé una bicileta que uso diariamente con -25°C, llamé a media población finesa en busca de la valija perdida, cambié de número celular, de agenda, de idioma, descubrí que mi valija había vuelto a Groningen, insulté a más de una empleada de correo y pataleé: "Llame el lunes a las 8.30. El servicio de atención al cliente de encomiendas hoy no trabaja."

Con este panorama y con una mufa que ni yo me soportaba, decidimos hacerle honor a todos los médicos del mundo y hoy nos fuimos de caminata  a Lykynlampi, en  las afueras de Joensuu. A derrochar energía acumulada, que le dicen. Y las 30 cuadras se nos fueron a... ¡30 kilómetros! Así es, con -25°C promedio, todo un logro.

Bordenado las pistas de ski, llegamos los seis (Conny, Sylvia, Michael, Sean, Lieke y yo)  a un café donde nos esperaba una taza de choclate caliente y donde pudimos almorzar. Una hora después emprendimos la vuelta. ¡A vestirse de nuevo! Aunque cansada, fue la mejor cura para estas dos semanas de locura.

El mapa de nuestro recorrido abajo. La línea azul es el camino que hicimos. Pueden clickear en (-) para alejar el mapa y verlo mejor. "B" es nuestra casa. 


View Larger Map

Algunas fotos más de nuestro viaje a Lykynlampi haciendo click acá.

jueves, 21 de enero de 2010

When I'm sixty-four!

En Finlandia es fácil anticiparse a lo que vendrá. Sólo hace falta salir a la calle, disfrutar de los -25°C ¡y listo! Vejez instantánea en pocos segundos.
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viernes, 15 de enero de 2010

El sabor del encuentro


Hace un par de semanas llegué a Finlandia. Para muchos se trata de un lugar lejano, algunos lo asocian con el queso del mismo nombre, otros recuerdan la famosa marcas de helado llamada Laponia.

Con mi mudanza volví a los trámites, las charlas introductorias de la universidad, la búsqueda de transporte (sí, acá también se anda en bicicleta, no importa que haga frío; los colectivos son tan caros que van vacíos) y de nuevos amigos. De todas las charlas que tuvimos en la universidad durante esta semana, sólo disfruté una que hablaba de los estereotipos con los que se suele asociar a los fineses. Silenciosos, amantes de la naturaleza, el sauna y el alcohol fueron algunos de los que surgieron. Y aunque la profesora se empeñaba en hacerlos desaparecer, podría contar varias anécdotas acerca de nuestro viaje a Laponia que lo confirman.

Una de las cosas que más me sorprendió durante nuestro viaje al norte (¿todavía más al norte?) fue la quietud y el silencio. Durante nuestra estancia en Kilopää pensamos que éramos los únicos en el lugar. Por la mañana nos levantábamos para hacer cross-country ski, o para caminar y nadie, salvo la guía del lugar, nos acompañaba. Cada tanto cruzábamos a algún reno, que nos miraba desde lejos y cambiaba de rumbo. Después, sólo huellas de aves, liebres y algún que otro ratón. Algunos días después descubrimos que en el mismo complejo había al menos veinte personas más. Dónde estaban, no lo sé, pero esa noche los encontramos en el sauna.

En Finlandia el sauna es un lugar de encuentro. Y mientras durante el día no escuchábamos voz humana alguna, en el sauna más de un finés buscó entablar conversación con nosotros o dejó escapar alguna risa histérica motivo de la cerveza que estaba tomando. Afuera del sauna, es normal que haya una fuente de agua natural. En esas latitudes, la temperatura de la fuente es de -1°C. Según los fineses, es "saludable y sabio ir al sauna, meterse luego en la fuente por unos segundos y volver a entrar al sauna". Aunque Stuart lo hizo varias veces, los -35°C que hacía afuera fueron suficientes para que yo quisiera volver al sauna apenas pisaba el suelo frío y lleno de hielo. Tal vez en estos próximos dos meses me anime.

Para los curiosos que quieren ver cómo es Finlandia, acá hay algunas fotos. También les dejo algunas de Año Nuevo en París.

martes, 12 de enero de 2010

El Mate Viajero (III)


Un viaje maravilloso y ya demasiadas ganas de decirle cuánto lo extraño...  Algunas fotos de nuestro paso por Chamonix  haciendo click acá.