lunes, 12 de diciembre de 2011

42 días y 42 noches

Sí: la ansiedad y la sensación de angustia por el "qué será de mí estos próximos tres años" también se pueden racionalizar. Ahora que ya pasó, ¡me voy a festejar! Felicitaciones a todos los que entraron y ánimo y perseverancia para los que este año quedaron en el camino.


jueves, 8 de diciembre de 2011

Efemérides (III)

Hoy me di cuenta de que un día como hoy hace tres años estaba camino a Sudáfrica, hace dos años estaba en Groningen, hace uno estaba varada de el aeropuerto de Miami esperando el regreso, y este 8 de diciembre me toca en casa. ¿Será por eso que a veces me despierto sin saber adónde estoy?

miércoles, 7 de diciembre de 2011

En tu vida soy un vicio más II

Si hoy no empecé a fumar ya no empiezo más. Eso sí: tarro de dulce de leche y cuchara en mano toda la tarde. Mejor me voy a correr.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Piropo cinéfilo

"En qué estará pensando Charlie que dejó a un ángel perdido en Buenos Aires." 

Hoy a la tarde mientras miraba mi Guía T en pleno microcentro porteño

lunes, 14 de noviembre de 2011

Sueño de una noche de verano II

Anoche soñé que me asaltaban mientras compraba en un supermercado pakistaní  (¿?) y que me salvaba del Diluvio Universal trepando los pisos de una de esas mega torres de Puerto Madero. Nada de eso me sobresaltó. Después volvía a mi casa y mi mamá me esperaba con un sobre que, al parecer, tenía la respuesta a todas mis dudas. Cuando lo tenía en mi mano e iba a abrirlo me desperté. ¿Ansiosa? Naaaahhh, para nada; pero nunca odié tanto la alarma de mi despertador.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Time goes by so slowly...

Estoy segura que todos nos creímos un poquito Robin cuando aplicamos. Alguien se adelantó y supo expresarlo mejor que yo hace un año. Uno de mis favortitos en la tira. Dos días y contando...

martes, 25 de octubre de 2011

Te amo, te adoro, te tiro al inodoro.

¡Levante la mano el que nunca tuvo ganas de tirar su computadora desde un décimo piso! Si nunca sintió eso, considérese afortunado. Mi computadora es viejita, pero todavía tiene cuerda para rato. Sin embargo, desde hace ya algunos años mantengo una relación de amor-odio con ella. ¿O será con Internet? Cuando estaba lejos Internet me comunicaba con los míos, cuando estoy cerca, me comunica con el resto del mundo. Una grandiosidad, ¿verdad? Así y todo, hay días en los que sólo quiero tirar el vehículo de tan maravilloso invento por la ventana y ver cómo se hace pedacitos. Sé que después me arrepentiría terriblemente, bajaría las escaleras con desesperación pensando: "¡Qué hice! ¡Perdonáme! ¡No quise hacerlo!" y haría las cuentas necesarias para saber en cuánto tiempo podría comprarme una nueva.

Hoy es uno de esos días en los que intento trabajar y sólo puedo de a ratos, tentada de apretar botones de "Like" en Facebook, chequear si tengo mails, o ver si hay alguien interesante para hablar en Skype. Facebook-Gmail-Skype-Facebook-Skype-Gmail-Facebook y así hasta el infinito, o hasta que una voz interior me dice: "¡Hacé algo!" Y ahí escribo o contesto algún e-mail. Después miro ritualmente cada una de las pestañas que tengo abiertas y vuelvo culposa al trabajo.


A veces pienso que si usara de forma eficiente todo el tiempo que paso en Internet haciendo nada, podría ser la persona más productiva del mundo, construir algún edificio imponente, librar y ganar la batalla contra alguna enfermedad incurable, ser una persona realmente sociable (con personas de carne y hueso) y me sobraría tiempo. S. dice que eso le pasa a la mitad de la humanidad hoy en día. Yo pienso que quizás deberíamos juntarnos todos y, no sé, salir a limpiar las calles (quizás debería empezar con mi habitación), armar una mega pirámide humana, o una ronda y darle un abrazo al mundo, o tal vez deberíamos construir un puente que cruce el Atlántico y el Pacífico. Así estaríamos más unidos que a través de la web.

Sí, hoy es uno de esos días en los que tengo ganas de gritar "¡Pare señora Internet! ¡Me quiero bajar!" Y en vez de hacerlo, vengo con mi taza de café en la mano a escribirlo en mi blog.

lunes, 17 de octubre de 2011

El lunes empiezo...

"Y mientras miraba las fotos de sus amigos trapecistas desgañitándose del esfuerzo, con un suave empujón de su dedo índice, metía el último bombón que quedaba en la caja en su boca."


lunes, 3 de octubre de 2011

Rosario siempre estuvo cerca...

En estos momentos... ¡me encanta estar cerca! ¡Las adoro Malalas!

jueves, 29 de septiembre de 2011

El Sabor del Reencuentro III

No. Meudon no es París, pero desde la ventana del departamento de Guille po- día verse la Tour Eiffel. El reencuentro se hizo esperar. Aterricé en Beauvais, a unos 80 kilómetros de la llamada ciudad de las luces. Un bus, un metro y algunos pedidos de direcciones más tarde llegó el abrazo. Eso llevó como cuatro horas, pero la emoción de volver a vernos estaba ahí.

Algo raro pasa en estos reencuentros, algo ritual que se repite una y otra vez en cada abrazo con cada persona que formó parte de nuestra vida y que fugazmente vuelve a cruzarse por nuestro camino. Y cuando uno está lejos -de su  casa, de su ciudad, de su país, de su lengua- los reencuentros parecen más intensos. En muchos casos, se trata de la ilusión de no sentirse extranjero por un tiempo, o al menos de sentir que en un grupo de tres puede ser mayoría. 

Generalmente con los reen- cuentros vuel- ven los gestos y el cas-te-sha-no hasta ese mo- mento neutra- lizado, los códi- gos comunes y los relatos in- terminables a quienes son parte de la nue- va vida del visitado. Para el anfitrión, la sensación es aun más fuerte: recibir visitas no es sólo volver a ver a alguien conocido. Es poder mostrarle quién es uno en el nuevo lugar, dónde hace las compras, con quién se rodea, dónde trabaja, qué come y cómo se las ingenia para adaptarse a su nueva vida. Eso suele entusiasmar más al visitado que cualquier paseo por la Tour Eiffel, Sacre-coeur o museo de arte.

Tal como empieza, la visita suele terminar con un abrazo y un "nos vemos pronto", y las ganas de aferrarse al otro como si se tratara del pasado mismo. Y en ese gesto tan pequeño pero significativo, el pasado se siente tan ajeno que ambas personas saben que ya no les pertenece y que, salvo en estos esporádicos momentos, es mejor no mirar para atrás.

Algunas pocas fotos de mi visita a París haciendo click acá.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Sobre la naturaleza del signo lingüístico

A unos pasos del lugar donde se llevó a cabo el taller. ¿Coincidencia o burla?

sábado, 17 de septiembre de 2011

El Sabor del Reencuentro II

Lo bueno, si es breve, dos ve- ces bueno, di- cen algunos. Yo en cambio me quedé con la sensación de que el reen- cuentro podría haber durado más, y que el cocktail entre entusiasmo, poco sueño y jet-lag no debería haberme afectado tanto. De todas formas, fue increíble volver a ver a aquellos que ahora son parte de mi presente incierto pero lleno de proyectos. Y tanto mejor, darles un abrazo de carne y hueso, sin emoticones ni smileys, sino de esos que te sacan una o dos lágrimas y te dejan pensando en cuánto los extrañás.

Algunas fotos de mi breve paso por Barcelona haciendo click acá.   

miércoles, 17 de agosto de 2011

Una cuenta pendiente...

¡Un premio a quien pueda indicar dónde estuvo el mate viajero!

lunes, 8 de agosto de 2011

I love Paris in the spring time!

Hace unos días cenábamos con S. y me preguntó por enésima vez qué era lo que iba a investigar durante mi doctorado. Y yo, que me pongo a hablar y no me para nadie, le conté por enésima vez de qué iba mi proyecto. Después de cinco minutos de monólogo ininterrumpido noté que sólo miraba mis gestos y escuchaba sin entender una palabra mientras sonreía. "-Alguna vez voy a entender", me dijo. "Pero me encanta escucharte hablar. Ustedes los académicos son muy serios, siempre discutiendo ideas." "-Ni tanto", le respondí. Por lo general esas discusiones terminan solucionándose en un catamarán, todos ebrios y viendo algún show de fuegos artificiales."

Y así es que, con semejante motivación, ¡me voy a París! Por pura discusión de ideas, claro.

jueves, 14 de julio de 2011

Las malas lenguas dicen...

... que me vuelven a apost(r)illar. ¿Será verdad?

domingo, 13 de marzo de 2011

Estar conectados es...

... recibir un mensaje de texto desde Chemnitz mientras estás camino a Bragado. Una de esas pequeñas alegrías que te pintan una sonrisa en la cara.