Desde hace unas semanas tenemos nuevos huéspedes. No, las pulgas ya son historia vieja. Aunque siguen merodeando por acá, creo que nos acostumbramos al olor del repelente y al ritual de pasar la aspiradora todas las mañanas.
Camilo y Che (así los nom- bramos después de que se amotinaran en la casa hace algunos días) nos despiertan todas las mañanas con sus correteos y cuchicheos -al parecer "cuchichiar" proviene del ruido que hacen las aves como las perdices- y nos acompañan hasta que nos vamos a dormir, momento en el que vuelan hasta las ramas de uno de los árboles del jardín y ahí se quedan. "Guinea fawls" o gallinas de Guinea en castellano, son aves típicas del área.
Aunque todavía no se dejan fotografiar de cerca, de a poco van tomando confianza. Quizás en algunas semanas pueda juntarlas con los topos y babuinos que atacan nuestra huerta y enseñarles a pasar la aspiradora...