domingo, 7 de noviembre de 2010

¡Dame fuego! ¡Dame, dame fuego!

En el primer mundo también son medio cavernícolas. O al menos, en las últimas semanas tuve que aprender a serlo. Aunque ya estoy más acostumbrada al invierno europeo (el año pasado a esta altura ya andaba con botas de nieve y tapada de pies a cabeza), el frío se está dejando notar. 

En Groningen tuve pro- blemas con mi estufa. Acá no tengo problemas aunque sí, bastante trabajo con mi estufa nueva/ vieja. Se trata de una estufa Rusa (o al menos así lo encontré en internet). Tal vez algún arquitecto sepa de lo que estoy hablando, pero para quienes no, esta página es muy informativa. ¿Por qué me da trabajo? Porque se alimenta a... ¡carbón! Sí, como en los viejos tiempos; si querés calor, prendéte un fueguito nomás. De mi departamento de Alemania Oriental no esperaba nada menos.

1 comentario:

  1. Ese aparato antidiluviano me aterra! Por suerte, en exactamente 3 semanas vas a estar lejos del frío...Un beso linda, muy interesante tu estufa rusa.

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