miércoles, 4 de enero de 2012

2012: Humor de pocas pulgas

Hace unos dias llamó una amiga de S. y le contó que su casa había sido invadida por pulgas. La anécdota pasó desapercibida y fue comentario breve durante la fiesta de año nuevo. Ahí conocí gente bastante interesante: algunos escritores, periodistas, fotógrafos, todos con alguna que otra característica que me posibilitó etiquetar la fiesta como "muy hippie". Entre los invitados estaba Annette, una alemana de Berlin que vive en Sudáfrica desde hace 16 años y que muy picarezcamente acotó que "lo mejor en estos casos es usas botas de goma".

Quizás tendríamos que haberla escuchado. Desde hace cuatro días lidiamos una batalla campal contra las pulgas que, literalmente, se adueñaron de la casa. Así recibimos el año nuevo, buscando un Pick n Pay abierto para comprar algo para fumigar.

S. dice que ve cierto placer en mi cara durante mis sesiones de fumigación y limpieza de la casa (ya aspiré la casa como tres veces). Puede ser. Quizás me recuerde a la sensación posterior a las tardes de depioje cuando era chica, porque obviamente en mi casa todos -salvo mi papá que es pelado- teníamos piojos; y mi mamá se pasaba tardes enteras despiojándonos. Pero después se sentía tan bien...

Creo que también me causa gracia lo patético del asunto. Si este es el año en el que se acaba el mundo, podrían alguna peste un poco más significativa, ¿no?

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