miércoles, 8 de diciembre de 2010

No voy en tren, voy en avión!

 "¿Qué es lo que más vas a extrañar de Alemania?" - me preguntó Talí la noche anterior a mi partida de Potsdam.

-"El transporte, el glühwein y el pan. También voy a extrañar el pan."

-"Ay, sí, poder tomarte cualquier cosa sin tener que preocuparte por las moneditas para el boleto."

-"Sí, el Regio es lo más"

Nunca me iba a arrepentir tanto de mis palabras. A la mañana siguiente salimos a las 7AM para tomarnos el primer tram que nos llevara a la estación de tren. Con la primer tormenta de nieve, Berlín y los alrededores se transformaron en un caos. La gente ya no sabía cómo manejar, ni para qué estaban los semáforos, detrás de cada tram pasaba una barredora de nieve, y cada tanto pasba alguien con una de esas palas gigantes para nieve que te pedía que te corrieras. 

El primer tram, lleno como nunca lo vi en siete meses. Pero el segundo pudimos tomarlo. Valijas en mano, Sara. Talí y yo bajamos a la plataforma del Regional Express, un tren que te lleva de Potsdam al centro de Berlín en media hora. De ahí un colectivo (o "bus", como me acostumbré a decir ahora) me llevaría al aeropuerto en quince minutos. Llegaba con tiempo de sobra.

Primer anuncio: El regional no salí porque había habido un accidente.

"Bueno, nos tomamos el S-Bahn y listo", pensamos. El S-Bahn es el tren normal, o el "lechero" como diríamos en nuetsros pagos. 

Ya eran las 8 cuando anunciaron que el S-bahn venía con demora de veinte minutos. "Si no viene en veinte me tomo un taxi."- le dije a las chicas.

Pero vino y lo tomamos. Lleno hasta la manija, íbamos las tres valijas y la mochila gigante de Sara, la bolsa de cosas que le dejaba a Talí, el paraguas y nosotras tres. El tren hasta las manos, paró en cada estación que pudo por más de cinco minutos. A las 9 convinimos que lo mejor es que parara en la primera estación grande y me tomara un taxi. 

Bajamos en Charllotenburg pero los taxis no pararan, y Talí y yo no teníamos ni idea de dónde paraba el bus que me llevaba al aeropuerto. Mientras una caminaba para preguntar dónde tomarlo o buscaba un taxi (que claro, venían llenos), la otra esperaba con las valijas.

Después de veinte minutos un señor nos dijo que lo mejor que podíamos hacer era tomar el subte y de ahí el bus. Yo ya pensaba que perdía el vuelo (salía a las 11) y no sabía en qué idioma más insultar. Talí trataba de mantener la calma y me decía que íbamos a llegar. 

Finalmente tomamos el subte, cinco minutos hasta nuestro primer destino. La estación, dicho sea de paso, no tenía ascensor, así que por última vez tuvimos que subir todo por las escaleras. Una vez arriba, una manada de gente esperaba el bendito bus que nos llevaría al aeropuerto. "Acá nos colamos como sea", nos dijimos, y de a poco empezamos a enfilar para la parada.  Los cuatro minutos que anunciaba el cartel se transformaron en al menos diez, pero finalmente tomamos el bus.

Una vez en el aeropuerto, enfilamos hacia el pabellón de donde salen los vuelos de Airberlin. Si alguien estuvo en Tegel hace poco, sabrá que llegar no es del todo fácil, que hay que pasar por un par de corredores bajo una obra en construcción, tomar un ascensor si estás con valijas hasta llegar al pabellón "C".  

"Airbelín... destino Miami... mostrador 39." Empiezo a mirar, y los mostradores llegaban hasta el 40. Una empleada debe haber visto mi cara de desesperación porque enseguida me preguntó qué necesitaba.

"El vuelo de Airberlín a las 11 AM",' dije con el poco aliento que me quedaba.
"No, ese vuelo sale del otro pabellón."

Con Talí no podíamos creerlo. Después de correr, y casi atropellar a un par de viejitos que pasaban por ahí, llegué al pabellón indicado casi vomitando. Por suerte quedaban dos o tres personas haciendo el check-in. La hora: 10.15 AM. 
"Tengo que comprar una pieza más de equipaje, ¿dónde hago eso?" -le pregunté al empleado que estaba ahí. 

-"Tenés que ir a la oficina de Airberlin, que queda derecho por ahí, bajando las escaleras"

-"¿Y tengo tiempo?"

-"Sí, veinte minutos"

Cola hecha, pido mi pieza de equipaje y me dicen que tengo que hacer el check-in primero. ¿¡Scheiße!?

Pero bueno, finalmente hice el check-in, pagué el sobrepeso y llegué al control de seguridad a las 11 AM. Por suerte, con la nieve, el vuelo también se había retrasado.

1 comentario:

  1. puffff que quilombo! Tan caro es el taxi? La proxima lo pensás dos veces no?

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