viernes, 15 de enero de 2010

El sabor del encuentro


Hace un par de semanas llegué a Finlandia. Para muchos se trata de un lugar lejano, algunos lo asocian con el queso del mismo nombre, otros recuerdan la famosa marcas de helado llamada Laponia.

Con mi mudanza volví a los trámites, las charlas introductorias de la universidad, la búsqueda de transporte (sí, acá también se anda en bicicleta, no importa que haga frío; los colectivos son tan caros que van vacíos) y de nuevos amigos. De todas las charlas que tuvimos en la universidad durante esta semana, sólo disfruté una que hablaba de los estereotipos con los que se suele asociar a los fineses. Silenciosos, amantes de la naturaleza, el sauna y el alcohol fueron algunos de los que surgieron. Y aunque la profesora se empeñaba en hacerlos desaparecer, podría contar varias anécdotas acerca de nuestro viaje a Laponia que lo confirman.

Una de las cosas que más me sorprendió durante nuestro viaje al norte (¿todavía más al norte?) fue la quietud y el silencio. Durante nuestra estancia en Kilopää pensamos que éramos los únicos en el lugar. Por la mañana nos levantábamos para hacer cross-country ski, o para caminar y nadie, salvo la guía del lugar, nos acompañaba. Cada tanto cruzábamos a algún reno, que nos miraba desde lejos y cambiaba de rumbo. Después, sólo huellas de aves, liebres y algún que otro ratón. Algunos días después descubrimos que en el mismo complejo había al menos veinte personas más. Dónde estaban, no lo sé, pero esa noche los encontramos en el sauna.

En Finlandia el sauna es un lugar de encuentro. Y mientras durante el día no escuchábamos voz humana alguna, en el sauna más de un finés buscó entablar conversación con nosotros o dejó escapar alguna risa histérica motivo de la cerveza que estaba tomando. Afuera del sauna, es normal que haya una fuente de agua natural. En esas latitudes, la temperatura de la fuente es de -1°C. Según los fineses, es "saludable y sabio ir al sauna, meterse luego en la fuente por unos segundos y volver a entrar al sauna". Aunque Stuart lo hizo varias veces, los -35°C que hacía afuera fueron suficientes para que yo quisiera volver al sauna apenas pisaba el suelo frío y lleno de hielo. Tal vez en estos próximos dos meses me anime.

Para los curiosos que quieren ver cómo es Finlandia, acá hay algunas fotos. También les dejo algunas de Año Nuevo en París.

3 comentarios:

  1. Que bueno Carito volver a leer tus relatos... me encantaron las fotos que subiste, vi las de Finladia ahora sigo con Paris, pero lo que se ve afirma tu relato, todo tan quieto tan en Silencio no?. Espero te adaptes lo mejor posible a eso, sobre todo al apoca luz diaria segun contaste en tu mail.
    Un BESO enorme, y decile Stu que me rei mucho sobre su teoria segun la cual te cobran las fotos de Papa Noel en Euros para despues arreglarte con una baratija China Ja Ja,
    Gra

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  2. Bueno, dale una oportunidad a este país, gente calma, silenciosa, pero seguramente muy hospitalaria.
    Por la foto con Santa no te hagas problema, te llevamos a Gath & Chavez a verlo en dicembre, qué? Ya no existe? Bueno, en Unicenter hay uno...
    Beso, te queiro
    Ma

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  3. Carito...no te canses nunca de escribir...es bueniiiisimo!

    JULIe

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