jueves, 8 de abril de 2010

Receta para curar el insomnio

 Ingredientes:
  • Aviones              2
  • Vecino molesto   1 (al menos)
  • Colectivo            1
  • Tren                   1
  • Tranvía               1
  • Tristeza               mucha
  • Ansiedad            tanta como para comerse las uñas
  • Valijas                2 (45 kg mínimo)
  • Gente nueva        algunas personas para empezar
  • Teléfono celular  1 (que no funcione)
  • Trámites             a montones
  •  Mapa                1 (no muy claro)
  • Compras             las necesarias
Tiempo de preparación: 
 Menos de 24 horas

Preparación:

1. Tómese dos aviones. Procure que el total de horas de vuelo supere las quince. Trate de conseguir asiento cerca de alguna persona quejumbrosa o con un timbre de voz molesto.

2. Llegue a su primer destino y tómese un colectivo y un tranvía para llegar a su destino final. Añada un poco de lengua extranjera y trate de arreglárselas como pueda.

3. Añada lo que tenga de tristeza, ansiedad y revuelva hasta que no pueda dejar de comerse las uñas y mirar el reloj innecesariamente.

4. No olvide cargar al menos dos valijas durante todo el trayecto; trate de subir cuanta escalera se le aparezca y pasar por senderos estrechos cargando ambas valijas.

5. Conozca gente nueva que quiera hablar su mismo idioma, el cual apenas habló en los últimos siete meses.

6. Trate de hacer llamadas con un teléfono celular extranjero, o de encontrar un teléfono público.

7. Si no logra lo anterior, encuentre un lugar donde comprar una nueva tarjeta SIM y procure que no lo estafen con la tarifa.

8. Haga trámites, llene formularios, trate de lucir bien para la foto biométrica que necesita para su nuevo permiso de residencia.

9. Intente ubicarse en su nuevo destino con un mapa poco claro.

10. Haga las compras necesarias para llenar su heladera, cargue bolsas y suba los cuatro pisos hasta su nuevo departamento.

11. Trate de relajarse algunos minutos y listo: dormirá como un bebé por las próximas diez horas.

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Como ven, mi mudanza no fue menos penosa que las otras, sólo menos pesada (quince kilos quedaron en el otro hemisferio). Lo que dejé me entristece, pero lo que viene me genera una mezcla de entusiasmo y ansiedad.Ya vendrán las fotos de mi nueva morada que, por cierto, ¡me encanta!

1 comentario:

  1. Y si, nadie dijo que vivir lejos era facil! Pero bueno, dale para adelante que lo que viene va a estar bueno!!!!!
    Besos, te quiero mucho, JOSE

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