
En los últimos días estuve haciendo trabajo de campo y recolectando fotos y datos para esta entrada. ¿De qué se trata? Pues nada más y nada menos que del medio de transporte por excelencia en Holanda: la bicicleta.
Las cifras oficiales dicen que en Holanda hay 1,12 bicicletas por persona. Groningen responde al estereotipo sin duda alguna, y comprarse o hacerse de una bicileta termina convirtiéndose en una necesidad absoluta aunque sólo se deba caminar pocas cuadras para llegar a destino.
Pero la bicicleta holandesa no puede ser cualquier bicicleta. Muy sabiamente, Leire la ha sabido describir con un breve "Stylish". ¿Qué significa eso? Que cuanto más vieja, y menos accesorios tenga, mejor. Además, tiene que ser de esas que tienen guardabarros sobre la rueda trasera, una bocina que haga
trin-trin! y una parte donde apoyar cosas o llevar a un acompañante que no haya traido la suya (se descarta la posibilidad de que no se tenga una bici; todos tienen una y saben usarla). Nada de Mountain-bike, ni cambios, ni pequeñeces que sólo podrían entorpecer el ya complicado tránsito de la ciudad; se trata básicamente de una bi-ci-cle-ta.

Ahora bien, que haya más bicicletas que autos no significa que los holandeses estén exentos del conocido embotellamiento o
verkeersopstopping. En ese caso, lo correcto sería bajarse de la bicleta y caminar con ella hasta que el tránsito se desongestione.

Desde llevar a los niños a la escuela, pasear al perro, cargar valijas, hacer las compras, tomar cerveza, todo puede hacerse en una bicleta y todo está permitido.

En nuestra clase de holandés, ayer le dedicamos casi una hora a las señales de tránsito holandesas. Diez minutos a las señales para autos y peatones y más de media hora para aquellas dirigidas a los ciclistas. Hay una en particular que nos llamó mucho la atención a todos:

¿Qué significa esta señal? Que los semáforos de las cuatro esquinas habilitan el paso para los ciclistas al mismo tiempo. Con mis compañeros todavía no descubrimos cómo, pero la realidad es que funciona y hasta ahora no vi ningún accidente de tránsito. Estar ahí, sin embargo, puede ser realmente una pesadilla.

Por mi parte, tengo una bici muy bonita que me dejó Marie. Hoy le dediqué la mañana entera. Fui a comparle una bocina y luces nuevas, porque las que tenía no funcionaban y se dice que las multas por no tenerlas es muy alta. Como verán, tiene un toque muy femenino, y casi que me acompaña a todos lados. ¿Una amiga más? ¡Hasta podría ponerle nombre! ¿Sugerencias?